En relación a las declaraciones expresadas por el Conseller de Salut, Antoni Comin, en una entrevista ayer en El Periódico, queremos manifestar nuestra indignación y sorpresa.
Lamentamos estas declaraciones puesto que lanzan un mensaje a la sociedad catalana absolutamente erróneo y que, además, lo hace cargando contra un colectivo profesional, las enfermeras y enfermeros, al que históricamente nunca se ha tenido en cuenta en la toma de decisiones en aspectos organizativos o de determinación de políticas de salud.
En la línea expresada por el Consell de Col·legis d’Infermeres i Infermers de Catalunya, exponemos:
1. Si las enfermeras de urgencias se ven obligadas a atender las personas en los pasillos es porque no tienen otras opciones al no poder derivarlas a planta por falta de camas disponibles o cuando no hay boxes de urgencias disponibles. Se trata, ciertamente, de una situación extremadamente compleja pero previsible en la esperada epidemia de gripe de cada año. Se trata de un problema estructural y de gestión de recursos que va más allá de la decisión puntual de una enfermera. Situación a la que se añade un déficit importante de enfermeras y enfermeros en el sistema de salud catalán, al que habría que incorporar 17.293 enfermeras y enfermeros si queremos cumplir con las ratios europeas.
2.El pasillo nunca debe ser un espacio asistencial. Cuando lo es, es dramático para la persona atendida y también para las enfermeras, a las que se les complica mucho la práctica en coherencia con valores éticos clave de la práctica asistencial enfermera. Sólo para poner algunos ejemplos: va en contra de aspectos críticos como la seguridad de la persona atendida, el derecho a la intimidad y la confidencialidad o la justicia social entre otros muchos.
3.Confiando en las enfermeras se puede resolver gran parte de esta situación. Son muchas las aportaciones que las enfermeras y enfermeros hacen y pueden hacer, con evidencia científica, por un sistema de salud más justo y equitativo, de más calidad y más sostenible que tiene que contar con las enfermeras y enfermeros. Un sistema que tiene que promover un modelo en el que las enfermeras aporten, desde la práctica y desde la gestión y planificación de políticas de salud a todos los niveles, los conocimientos de la práctica enfermera y el desarrollo de las competencias propias y las de cooperación con otros profesionales de la salud.
Confiamos en una rectificación pública del Conseller de Salut sobre estas desafortunadas declaraciones.
Sobre el COIB
El Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de Barcelona es la institución que vela por la defensa y representación corporativa de las enfermeras y los enfermeros, y pretende generar valor social y profesional al colectivo ya la vez contribuir a mejorar la atención sanitaria, sociosanitaria y social en Cataluña. El COIB está integrado por más de 40.000 colegiados de la provincia de Barcelona.
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